El Perdón
¿Cuántas veces habremos pedido perdón o, al contrario, nos habrán perdonado? Y si lo pensamos bien, lo hacemos de una forma automática, inconsciente, casi en forma refleja, como tratando de olvidar lo pasado, asumiéndolo rápidamente o simplemente evitando que persista esa sensación de sentirse mal. Generalmente conseguimos de esta forma ocultar lo negativo, en una especie de economía de pensamiento.
Al respecto, hace unos meses le preguntaban a un personaje mediático, cuya ex-polola le había jugado una mala pasada, si él la perdonaba. El personaje respondió que él no era nadie para perdonar, que sólo Dios podía hacerlo.
Pues no quería dejar de pasar un pensamiento sobre esto, y tratar de poner cierto orden sobre el tema, ya que por lo explicado arriba hay al respecto cierta apatía en algunos casos, y en otros dudas sobre quien recae la responsabilidad.
En primer lugar entiendo el perdón como una declaración de arrepentimiento de la persona que ha cometido una falta. Y por otra parte veo también un "tercero" que ha sufrido tal falta, y que por tanto ha sido dañado. Este ahora tiene el "poder" de perdonar o no. ¿Porqué debería perdonar? Perdono cuando la otra persona, al hacerse consciente de la falta, determina su voluntad para que esa falta se repare y en último lugar no vuelva a suceder. Por tanto perdonar es un acto de intercambio de amor: yo confio en ti y tu pones de tu parte para corregir tu actuar. Por tanto como corolario al tema:
1.- Perdonar lo pueden realizar todos los que estén dispuestos a dar y recibir amor, es decir es una cualidad humana, de los hombres, para nada creo que sea divina.
2.- Perdonar no es un acto sólo de olvido o de extrema generosidad por el perjudicado, sino que es un compromiso de que yo sigo mi vida en forma normal si tu te comprometes a corregir tus actos. Así pues, perdonar no es sólo eso, sino que implica una exigencia a quien ocasionó el daño.
Bueno, y ahora me perdonan que voy a irme a dormir, pero sin embargo seguiré pensando en ustedes.